jueves, 17 de noviembre de 2011

ESTÁS EN MIS OJOS




Estás en mis ojos, presa de luz y de insomnio, libre de mi mano.


Me estorba el espacio, me enredo entre caminos, tropiezo con los charcos,


y veo que te vas entre el follaje de las cosas mundanas.


Aprieto mi puño, resuelvo tu nombre, y te has ido como se va una hormiga a su hormiguero.





Pinto árboles como te pinto,


los pinto pensando en tus senos, en tus piernas, en tus caderas, en tu orquídea.


La hierba está mojada.


El pájaro canta y el cielo también: de su boca sale un pájaro.


Las flores están solas, como tú estás sola, sola conmigo, sola sin mí, sola sin ti.





Y te quedas quieta y sola.


Sola.


Sola como la palabra que te llama sola.


Sola como el océano, como Dios, como todo.


Porque los muchos están solos, yo, poco, estoy a tu lado chupándote la soledad,


bebiendo tus horas vacantes de caricia.





Estoy sentado en la cama mirándote dormir, a plena luz del día,


parece un sueño verte soñar, quizás me sueñes, quizás tan sólo seas una golondrina


presa en la jaula de mi sueño.


Y he de dejarte ir…para que mores los sueños de otros ojos,


para que habites los párpados vacíos de alguna fiera criatura.


Te llevarás mi soledad ¿no es cierto?, pero, ¿me dejarás la tuya?


Al mar donde no se posa la compañía de los astros


He vertido el sueño en que fuimos.

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