FOTO TOMADA DE: http://www.google.com.mx/imgres?q=budismo+zen&um=1&hl=es&sa=N&biw=1366&bih=683&tbm=isch&tbnid=tLEEwEzNRUe4-M:&imgrefurl=http://yogaymedicinaoriental.blogspot.com/2008_08_01_archive.html&docid=nVZf5tbAnnyLDM&imgurl=https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiaAHEl0Q1ndu1OMX4HaGsCbhobA3QJ5dUAb_IRzCD6usHFkPZrkJLqriUZwylZDaQmz_TndhcigvMGysJP8vmSNP8EesiHaQvviLtH2ovWzjnPZfNV6RcdB_e00fka4x3dwcSxwlgFMy9P/s400/399175102_7d6eb7ae66.jpg&w=400&h=300&ei=xgrMTqmTGK6hsQKluozADg&zoom=1&iact=hc&vpx=559&vpy=373&dur=48&hovh=194&hovw=259&tx=113&ty=92&sig=114038092006538952485&page=11&tbnh=140&tbnw=185&start=212&ndsp=23&ved=1t:429,r:18,s:212
Salgo a caminar como cuando salgo al cuerpo,
a la desolación de mis extensiones,
a ese páramo en donde la muerte alza fogatas
y el sabor de otras pieles sudan el sofisma que es la carne.
Mis pies, ruedas sin eje, siembran de surcos el extravío,
trazan la geografía en la que los caminos se pierden altivos
de distancia.
Lo lejos, lo cerca, las múltiples divisiones que conforman
al espacio,
son las olas en donde puedo arrastrar mis tristezas
rasparlas y desangrarlas, ahogarlas como un recuerdo,
dejándolas sin imagen.
Lo que fui es un puñado de tierra árida que se disuelve en
la ventisca.
Soy un montículo de días encumbrado en las montañas de Coahuila,
soy piedra frágil a la que desdibuja la tormenta
y que, ya astillas infinitas, me usa de puñal para darle
muerte a otras piedras.
Toco mi cuerpo como toco al día, al camino de mi polvo.
Soy mi propia vía en donde la ruta de las eras ha diluido su
caudal.
De la mano vamos el universo y yo, yo y el universo.
Hemos clausurado el camino, cortado el herraje de nuestras
alpargatas
que emancipadas de espacio, vuelan como sandalias de
Mercurio.