lunes, 6 de junio de 2011

LO SÉ TODO PERO NO DEBO AÚN MATARME





El término “hipótesis” es otra forma de llamarle al prejuicio. Todo prejuicio siempre se comprueba. La razón de ser de la ciencia se haya en dicha nimiedad. La tecnología y la cultura nacen de ese destino incorruptible.




La verdad nunca debió de ser objeto de furores. Era cuestión de aplicar un método, el de las ciencias, el que nos deslumbra con sus resultados prácticos.




No tendría preferencia entre la Edad Media y la Ilustración, desde ningún punto de vista: siempre se ha conocido la verdad fundamental. La certeza o su invención, siempre fueron de muy otra ralea. El hombre es inseguro porque siempre ha sido inferior a la naturaleza, por eso crea la religión y la moral. A eso le llamamos trascendencia.




La filosofía, luego entonces, obteniendo su noción de ser o de vacío, debió de quedar relegada a la ociosidad vespertina del café, entreteniéndose, sobre todo, en eso de la libertad y del destino. Otra cosa era actuar por motivos honestos, por elegancia de maneras o de formas de nobleza.




He aquí que creo haber dicho todo lo esencial. Jamás la verdad puede ser fundamento de moral alguna. Se actúa por necesidad, y ésta necesidad necesita de llamarle “real” a los motivos por los cuales actúa…lo real me es indiferente. Lo que no puede serme indiferente es que me debo a alguna forma de conducta en tanto no me he matado. De igual forma, me es indiferente la razón por la cual no me he matado, lo relevante es que esto es así y que eso no me lo indica ninguna forma de conocimiento porque la vivencia de esa condición es de plano superior.




No pudiéndole llamar razón de ser al sueño que de nosotros tira, me quedo con el alcance de mi inteligencia, con la sensibilidad de saberme vivo.




La moral y la religión son banales en tanto sean medios de expresión de lo sublime o de su invención; es decir, la trascendencia no deja de serlo porque sea falsa. Es probable que esa sea su condición sine qua non.

No hay comentarios:

Publicar un comentario