sábado, 10 de julio de 2010

El misterio de la secta

El ventanal da hacia un paisaje maríno, y el aire que sopla desde la costa mueve las cortinas. Parece que vendrá una tormenta. En el horizonte hay oscuridad. El pueblo se disemina por pequeñas colinas, llega hasta la casa del viejo que todavía es iluminada por el sol poniente.

Joven: ¿Qué es lo principal de todo esto?
Viejo: ¿De qué?
Joven: Del libro.
Viejo: Nada; quiero decir, cualquier cosa de todo lo que en ella hay.
Joven: Pero, en su caso, qué le ha parecido más importante.
Viejo: Acepto que todos somos diferentes y que mis obsesiones no tienen que ser la de los demás. En eso tengo gran debilidad de carácter.
Joven: Entiendo.
Matilda: ¿Y te vas a quedar con esa respuesta?
Joven: ¿Por qué no?
Matilda: Porque no responde nada.
Viejo: de hecho se sigue preguntando porque la primera pregunta resultó erroneamente elaborada.
Joven: ¿Siempre es así?
Viejo: Me parece que sí.
Matilda: En su opinión, ¿qué fue lo más importante del libro?
Viejo: La existencia de la secta.
Matilda: No entiendo.
Viejo: sí, verás...Se supone que el libro es un fraude, es decir, no lo escribió el Gadareno de los evangelios, sino alguien más moderno. Esto es una ridiculez puesto que, por ejemplo, a nadie le interesa siquiera si los evangelios fueron escritos por Lucas, por Juan o por Marcos, etc., si no si guardan relación canónica con el resto de los libros del nuevo testamento. Todo estriba en su ortodoxia. Pero, ya que eso es una perogrullada, he de decir que la historia maniquea y gnóstica de los hermanos cósmicos es una ralea ya muy sabida. Lo que no lo es es si la fuente de la cual provienen pertenecia a una liturgia practicante o si era pura invención de un ocioso.
Matilda: me ha decepcionado un poco su observación, creía que procedería a una reflexión metafísica sobre Dios y sus criaturas.
Viejo: No, eso para mí carece de interés: Sé que no son más que fábulas. Resulta más interesante indagar el orígen real de los pensamientos. Si hay la posibilidad de la existencia de una secta, pues es a ustedes a los que ahora les toca averiguar.
Joven: ¿la misión consiste, entonces, en olvidarnos de las meditaciones metafísicas y abordar la genealogía de este libro?
Viejo: les prometo que es mil veces más interesante eso que andar indagando el porqué una serpiente se devora a sí misma.

Matilda y el joven muchacho se quedaron viendo como inquietos, penetrados por algo que no se esperaban...¿Eso era todo?

No hay comentarios:

Publicar un comentario